22 de julio de 2021
Sensack, cayahia huasina, pitchuacota, lickaucota,
Desde nuestros territorios y espacios de trabajo, en el día mundial contra la megaminería declaramos que la extracción del litio de salmueras es minería de agua en el desierto más árido del mundo. Junto a la corrupción, los casos de financiamiento de la política y el intervencionismo en procesos legislativos, los impactos socioambientales de la minería del litio en Chile son ya conocidos a nivel local e internacional. Sin embargo, frente a las demandas por la realización de consultas libres, previas, informadas y sin discriminación a los pueblos que habitan el territorio, y la evidente necesidad de contar con estudios independientes de la situación de un Salar de Atacama irresponsablemente intervenido por décadas, el Estado y las empresas que aquí operan han optado por promover e implementar mecanismos de intervención social territorial basados en el concepto de valor compartido, ignorando la importancia de los ecosistemas y provocando una verdadera mercantilización de las llamadas relaciones comunitarias bajo términos establecidos en condiciones de profunda desigualdad.
Es por ello que nos parece impresentable que una empresa que ha hecho tanto daño al territorio como SQM desarrolle estrategias de acercamiento a la comunidad a través de medios locales y figuras vinculadas a la iglesia católica, trayendo con ello mas división y confusión a un territorio sumido en una crisis socioambiental y económica profundizada en una pandemia donde la única actividad que permanece intacta es el extractivismo minero. En este sentido, sólo hacemos un llamado a la consciencia desde el compromiso con la defensa de la madre tierra, pacha mama, y a recordar que el agua que sacan estas mineras es la puri que sostiene una larga y antigua cadena vida, y que sin ella nada de lo que conocemos existirá en un futuro cada vez más incierto. Se están llevando un agua que no volverá, y las empresas lo saben.
Así mismo, cuestionamos la intervención de la multinacional Albemarle en medios de comunicación nacionales sobre asuntos de interés nacional como la Ley de Royalty minero bajo el argumento de que ya se estarían pagando regalías voluntarias a las comunidades agrupadas en el Consejo de Pueblos Atacameños: dicho acuerdo es de carácter privado, restringido sólo a sus beneficiarios y no sustituye las obligaciones que las empresas extranjeras tienen para con el Estado de Chile, y ciertamente no cambian las condiciones de profunda insustentabilidad inherentes a toda minería practicada en el Salar de Atacama o en cualquier territorio del país.
El extractivismo del litio se está expandiendo a nuevos territorios, y por ello rechazamos la aprobación de Proyecto Salar Blanco y Proyecto Sales de Maricunga que amenazan todas formas de vida en el Salar de Maricunga. Denunciamos al Estado de Chile por pasar por alto su DEBER de realizar Consulta Indígena a la Comunidad Colla de la Comuna de Copiapó, lo cual fue respaldado por el fallo reciente de la Corte Suprema, organismo que ampara de esta forma la vulneración de garantías constitucionales y el derecho a Consulta Indígena al pueblo colla garantizado por el convenio 169 de la OIT.
Por último, rechazamos el rol de agencias internacionales, fundaciones, ONGs y consultoras privadas que, con recursos provenientes directamente de la minería de litio – o incluso con recursos provenientes del cuestionado convenio entre CORFO y SQM – intentan lavar la imagen al extractivismo en el ámbito local e internacional. En este sentido, señalamos que en las condiciones actuales de extracción y de desregulación no existe minería responsable en el Salar de Atacama o en ningún salar o humedal andino de Chile. Así mismo, que las iniciativas impulsadas por gobiernos extranjeros son sólo una manifestación más del colonialismo y del profundo racismo ambiental que están detrás del apartheid climático al que los propios países responsables del calentamiento global acelerado están sometiendo a los pueblos del Sur. Su carrera por minerales críticos es sinónimo de despojo, violencia, divisiones y muerte en nuestros territorios. Sólo quieren acceder a litio barato para abastecer sus industrias, mientras los impactos de la extracción quedarán en nuestros territorios fracturados y vacíos de vida.
En tiempos de crisis global y de profundas transformaciones para nuestro país, llamamos a dejar atrás el modelo de desarrollo extractivista colonial y, desde la plurinacionalidad, defender los proyectos de vida basados en el buen vivir, los derechos de la naturaleza/pacha mama y la justicia ambiental y climática.
¡El agua vale más que el litio!
Observatorio Plurinacional de Salares Andinos – OPSAL