SOBRE NOSOTROS

El Observatorio Plurinacional de Salares Andinos es un colectivo que nace desde la articulación territorial y que actualmente congrega a representantes de pueblos originarios, activistas ambientales e investigadoras/es en torno a la protección de los salares y humedales andinos, ecosistemas únicos y frágiles amenazados por el avance de la minería del litio y de otras formas de extractivismo minero en la vasta Puna de Atacama que comparten Chile, Argentina y Bolivia.

Desde OPSAL ponemos en evidencia las profundas contradicciones de los discursos e iniciativas que, a nivel nacional y global, promueven la descarbonización de las sociedades industriales- las principales responsables del cambio climático- a costa del despojo y la degradación ambiental en territorios indígenas y rurales del Sur Global.

 

NUESTROS PRINCIPIOS

Defendemos la protección de salares y humedales altoandinos desde una perspectiva de Derechos Humanos, Derecho Indígena y de Derechos de la Naturaleza, reconociendo sus dimensiones sociales, culturales, ecológicas y como reguladores vivos del clima. Los salares son humedales. Los salares no son minas.

Comprendemos el extractivismo como un modelo de desarrollo que perpetúa el despojo y la degradación ambiental en Latinoamérica,otros países del Sur Global, y las periferias de países industrializados. Desde nuestra experiencia concreta, sostenemos que no existe la megaminería sustentable, verde, inclusiva ni responsable.

 

 

Rechazamos la transición energética corporativa por su carácter reduccionista y profundamente colonialista. Desde y con los territorios, planteamos una transformación socioecológica global y una agenda de justicia climática para la mitigación y adaptación – y no el sacrificio, – de los pueblos y territorios más vulnerables del planeta.

Desde nuestras experiencias de vida y nuestras investigaciones comprendemos que los impactos socioambientales de la megaminería se producen tanto bajo el control privado como público. Es por ello que demandamos mayor control y participación del Estado pero rechazamos las agendas de nacionalización como solución al problema del extractivismo en la medida que éstas no contemplen los aspectos socioambientales de explotación de los salares.