Nota de Alan Halaly publicada en Las Vegas Review Journal
REFUGIO NACIONAL DE VIDA SILVESTRE ASH MEADOWS — Cuando Verónica Gostissa piensa en el auge del litio en todo el mundo, ve injusticia.
En la provincia argentina de Catamarca, las minas de litio durante una década no han cumplido con las normas ambientales, como ocurre en Estados Unidos. El país extrae litio desde 1997, lo que supone una amenaza para los recursos hídricos , los trabajadores y los pueblos indígenas.
Verónica Gostissa, abogada, ve estos impactos de la minería de litio de primera mano cuando representa a El Observatorio Plurinacional de Salares Andinos, un grupo de defensa multinacional sudamericano dedicado a proteger los vastos salares andinos de la región de proyectos de litio a gran escala.
“Realmente es un nuevo colonialismo”, dijo Gostissa en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ash Meadows, un ecosistema inestable del desierto de Mojave cerca del cual la perforación exploratoria de litio ha persistido a pesar de las protestas de la comunidad. “Estamos sufriendo el impacto y las consecuencias, no somos nosotros los que manejamos un vehículo eléctrico. Por lo tanto, tenemos la peor parte del proceso del mundo”, asegura.
Esta semana, Gostissa fue la única voz internacional en un grupo de alrededor de una docena de personas que viajaron por Silver State para aprender más sobre cómo las comunidades rurales, las comunidades indígenas y los ecosistemas se ven afectados por el desarrollo de «energía verde», como la minería de litio.
Para incorporar más voces afectadas a la conversación, la organización anfitriona, Climate & Community Institute, invitó a trabajadores de fábricas de automóviles, defensores del transporte público y otros a Nevada, la zona cero del desarrollo del litio.
Además de ser una parte clave del objetivo de la administración Biden-Harris de diversificar la cartera energética del país, los empleos y el crecimiento en las áreas rurales han sido promocionados por políticos de ambos partidos como un beneficio importante de estos proyectos.
Comenzando en Las Vegas, viajaron en autobús a lugares como Ash Meadows en el suroeste de Nevada, el sitio de la mina Thacker Pass de Lithium America cerca de la frontera con Oregón y Tonopah, que está cerca de la única mina de litio activa en el país y otra mina de litio-boro propuesta que la administración Biden aprobó el jueves.
Batul Hassan, director laboral del Climate & Community Institute, dijo que parte de la misión del viaje era mostrar a las personas afectadas por la transición energética que la minería de litio a gran escala puede no ser necesaria con cambios de políticas y un énfasis en el transporte público, como el grupo ha investigado en el pasado .
“Para 2050, si somos ambiciosos en la forma en que repensamos nuestro sistema de transporte, podemos reducir la cantidad de extracción de minerales como el litio en un 92 por ciento”, dijo Hassan.
El auge del «oro blanco» afecta a diversas industrias
