El conteo más importante de las dos especies de flamencos altoandinos se realizará simultáneamente desde el 26 de enero al 5 de febrero de 2025 en Chile, Argentina, Perú y Bolivia, buscando abarcar toda el área de distribución y la mayor cobertura posible del área de distribución del flamenco austral y de aves playeras.
Este domingo 26 de enero comenzó este conteo internacional que es liderado por el Grupo de Conservación Flamencos Altoandinos –GCFA- grupo de trabajo internacional integrado por científicos y especialistas en conservación y áreas protegidas de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, provenientes del sector público, de la sociedad civil y del sector privado.
Censo de Flamencos Altoandinos ¿Por qué?
Según lo especificado por la organización de este Censo internacional, de las seis especies de flamencos existentes en el mundo, tres se encuentran en el sur de Sudamérica. El flamenco austral (Phoenicopterus chilensis) tiene la más amplia distribución a lo largo del Cono Sur, y puede hallarse tanto en las lagunas salinas de la Puna Seca de los Andes Centrales como en lagunas de Brasil, Paraguay, Uruguay y en los humedales de la costa de Argentina. Mientras que el flamenco puna y el flamenco andino están mayormente restringidos al altiplano, aunque pueden hallarse en humedales de tierras bajas del centro de Argentina y en la costa de Perú, particularmente en invierno.
Tal como explica Patricia Marconi, líder del Grupo de Conservación Flamencos Altoandinos –GCFA e integrante del Observatorio Plurinacional de Salares Andinos, OPSAL, «Los humedales altoandinos constituyen parches de hábitat bien definidos, que pueden considerarse como islas dentro de una matriz desértica. Conforman un sistema de cuencas endorreicas ocupadas por lagos y salares, frecuentemente asociados a vegas y bofedales de alta productividad primaria. Estos verdaderos oasis, que fueron originalmente ocupados por pueblos indígenas y destinados a usos agropastoriles tradicionales, han sufrido a partir de la introducción de otros herbívoros domésticos (ovinos y vacunos) un lento proceso de degradación y desertificación, a ello se suma más recientemente los del uso turístico no regulado y en particular durante la última década el incremento descomunal de la minería de
litio en salmuera que avanza sobre todas las cuencas y humedales del Altiplano».
Desde allí, que el monitoreo de los flamencos altoandinos es clave para conocer sobre el estado de estos ecosistemas claves para contrarrestar el cambio climático, al ser grandes sumideros de carbono: los flamencos y otras especies utilizan alternativa y complementariamente muchos de estos lagos altoandinos para nidificación, alimentación y refugio, durante el verano, conectando
funcionalmente más allá de las fronteras a estos humedales aparentemente aislados, explican desde la organización.
«Por ejemplo, en invierno una alta proporción de la población de ambas especies se desplaza
a los humedales salinos de tierras bajas y el nomadismo que caracteriza los movimientos de los flamencos, que se desplazan de un sitio a otro en función de la disponibilidad de recursos, los convierte en especies emblemáticas para la conservación de los humedales«, destacan.
Este 2025, el Séptimo Censo Simultáneo Internacional de Flamencos Altoandinos Enero- Febrero 2025 incluye también un Registro de actividad reproductiva de flamenco andino, flamenco puna y
flamenco austral, así como también la incorporación de los resultados del censo a la base de datos común, incluyendo SIG integrado de los cuatro países.
